- 1 agosto, 2016
- Posted by: admin
- Categoría: aceite de oliva
El resumen final de la pasada campaña de aceite de oliva arroja un dato muy revelador: España ha importado 160.000 toneladas de aceite, un récord histórico que evidencia el vuelco que ha dato el negocio del aceite de oliva en nuestro país. ¿Estamos pasando de suministrar aceite a granel a los envasadores italianos a surtirnos de granel de terceros países para atender a nuestros compradores -a granel pero también de envasado- en el mercado internacional? Pues parece que sí, que hay algunas señales en este sentido.
No es que nuestras ventas de granel a Italia hayan dejado de ser importantes. Es que también empieza a ser muy relevante el protagonismo de los operadores de aceite españoles en mercados que eran italianos, como es Estados Unidos, y sobre todo en los mercados emergentes, caso del sudeste Asiático o Australia, donde España se ha posicionado en primer lugar.
Álvaro Olavarría, director gerente de Oleoestepa, opina que la pasada campaña, con una producción tan corta de aceite español que hacía temer todo tipo de desastres, no ha sido al final tan mala. “Tenemos que estar contentos”. Las razones de esa satisfacción las pone en datos: “El consumo nacional ha caído con las subidas de precio pero ese descenso no ha llegado al 10%; ha habido una caída importante de la exportación a granel, de alrededor del 25%, pero han sido sobre todo las ventas a Italia las que han disminuido, pues los italianos se han abastecido en Grecia a mejor precio; pero lo más importante es que la venta al exterior de aceite envasado prácticamente no han caído, menos del 2%”. Y sobre todo, Olavarría destaca la cifra antes mencionada. “España ha importado aceite -sobre todo de Túnez- porque le hacía falta para satisfacer una demanda internacional ya creada”. Es decir, aumenta el mercado internacional y España está muy bien posicionada en mercados muy importantes.
José Vázquez, experto de Asaja Sevilla, destaca en este sentido el aumento del peso que están tomando los aceites envasados -“que nos aportan más valor añadido”- en la exportación y la estabilidad que han mostrado este año. Dice que “tanto el consumo como la exportación se han comportado bien” y coincide en que “el aceite español tiene cada vez más prestigio y más demanda”
Esteban Momblán, director gerente de Interoleo Picual, también tiene una visión muy positiva del rumbo que ha tomado el negocio del aceite. Destaca en primer lugar el hecho de que “ha calado el mensaje de que aceite de oliva es igual a salud y lo cierto es que hoy día se consume todo lo que se produce cada año a nivel mundial, y eso es entre 2,5 y 3 millones de toneladas de aceite de oliva”. Y aunque recuerda que “es verdad que se están ampliando las zonas de producción en todo el arco mediterráneo” también resalta que “ahora mismo se sabe que el aceite de oliva es la grasa vegetal más sana y que en este momento su consumo es sólo del 2% del total de grasa vegetal que se consume, por lo que las posibilidades de crecimiento son tremendas”.
Rafael Sánchez de Puerta, presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agroalimentarias de España y subdirector general de Dcoop, comparte este optimismo sobre la evolución del sector. “Se están haciendo las cosas bien “, dice. Y explica que “con un mercado muy maduro a nivel nacional, el punto de mira de todo el mundo está en la exportación y las empresas españolas han salido a hacer negocios fuera y se están estableciendo estructuras comerciales en el exterior que son la clave del futuro”. Y esto lo dice desde Estados Unidos, donde Dcoop acaba de firmar un acuerdo de intercambio accionarial con una importante envasadora americana, Pompeia, a la que ya suministraba 30 millones de kilos de aceite al año, cifra que esperan aumentar a 50 millones.
Respecto al comportamiento del mercado este año, Sánchez de Puerta coincide en que ha sido bueno teniendo en cuenta la poca disponibilidad de aceite que había: destaca la estabilidad que ha tenido el sector del envasado y considera que la bajada en el granel es sencillamente “porque no había más, se han agotado las existencias”. Se han exportado más de 800.000 toneladas y ello ha sido posible porque hemos importado 160.000″. Hay que tener en cuenta que en la campaña anterior, en la que hubo una gran producción de aceite en España, se exportaron 1.100.000 toneladas.
Así pues, es un hecho que España ha recurrido en la campaña recién acabada al aceite de esos países mediterráneos que están aumentando su producción, caso de Túnez, que ya produce 300.000 toneladas, de las que este año ha vendido a España más de 80.000, aunque también se ha comprado aceite de Portugal, de Grecia y algo de Marruecos, según explica Álvaro Olavarría.
En cualquier caso, lo que se ha visto este año -y es algo nuevo- es que los operadores españoles, sobre todo los envasadores, han empezado a comportarse de alguna manera como lo venían haciendo los italianos: recurriendo a aceite de terceros países para poder mantener el suministro a sus clientes y también para poder comprar un aceite a mejor precio puesto que la escasa producción española había elevado mucho el valor en origen. En este sentido, Momblán explica que la mayor parte de estos países -Marruecos, Túnez, Turquía, Grecia y hasta Siria- por unas razones u otras, todas ellas de tipo geopolítico, no se encuentran en situación de aguantar y esperar a vender según la demanda mundial. “Venden cuando pueden por la situación del país o su necesidad de liquidez les viene bien. Y lo hacen a mejor precio”. Y en estos mercados han estado muy presentes los operadores españoles.
Para Olavarría lo que parece claro es que “se han consolidado los mercados y que hay mercados que España comparte con Italia y mercados en los que España ocupa ahora la primera posición”. Según este experto, la situación del mercado del aceite de oliva es en líneas generales que “el mercado europeo lo lidera Italia porque lo consolidó incluso antes de que España entrara en la UE, cuando el aceite español entraba con aranceles”. También “Italia sigue teniendo cierta supremacía en el mercado del aceite en Estados Unidos -muy importante, porque supone el 9% del consumo mundial de aceite- y al que igualmente ellos llegaron antes con las emigraciones de italianos que llevaron a América su cultura y su gastronomía hace ya 120 años”. Pero aquí España ya compite con fuerza. Un tercio del aceite que se consume en Estados Unidos es italiano, pero en 2014 -según Olavarría- casi otro tercio ha sido español. Y según Rafael Sánchez de Puerta, “es verdad que Italia vende más envasado en Estados Unidos pero en cantidad total, sumando envasado y granel, España vende más que Italia en este mercado, así que se puede decir que somos los primeros exportadores a Estados Unidos”.
De este aceite español que va a Estados Unidos una parte es a granel y otra envasado. Y aunque siempre se dice que el envasado es la mejor opción de crecimiento porque aporta mayor valor añadido, Olavarría alerta de que “no hay que minusvalorar la importancia de las exportaciones a granel porque también son interesantes. Hay operadores en los países de destino que quieren participar en este negocio y a los que les interesa comprar a granel -con menor coste de transporte- y envasar ellos. Y si no se lo vendemos nosotros se lo venderá otro”.
Por otra parte, están esos nuevos mercados en los que España se ha posicionado como principal suministrador de aceite de oliva, entre los que destaca China, que ya consume unos 40 millones de kilos de aceite o Australia con 30 millones, aunque en este caso produce la mitad e importa el resto. Japón y otros países del sudeste asiático son también mercados muy importantes en los que han tomado la delantera los operadores españoles. Otro ejemplo más es India, donde España también es el principal exportador de aceite de oliva.
Fuente: Diario de Sevilla