- 1 August, 2016
- Posted by: admin
- Category: aceite de oliva
España ha alcanzado en 2014 a la nación de la bandera tricolor en su mayor mercado de referencia: EEUU.
Aunque se mantiene vivo en el imaginario colectivo que el aceite de oliva made in Italy es el que triunfa en las mesas y manteles de todo el mundo, la realidad es que hace varios años que los productores españoles han materializado el sorpasso a su gran rival.
Los datos de las exportaciones ayudan a desmontar este mito de que sólo el país de la bota sabe venderse con valor añadido. Así, las ventas al exterior sitúan a España como líder mundial absoluto y también entre los nuevos consumidores como China (Andalucía por sí sola ya presenta mayores cifras), India, Rusia, África de Sur, México y 50 más, a donde llega con marcas como La Española, Carbonell u Hojiblanca, por nombrar sólo algunas de ellas.
Y es que en la última década los envíos de aceite al exterior se han duplicado, alcanzando 1,13 millones de toneladas, que se traducen en 2.726 millones de euros. Es decir, más del 50% de la producción se destina a un total de 166 países.
Si bien, hoy España sigue siendo el gran proveedor de la industria aceitera italiana -copa el 42% de las exportaciones-, pues el país es deficitario y no llega ni a cubrir sus propias necesidades internas. De hecho, en 2014 las importaciones transalpinas marcaron el récord de los últimos 20 años y generaron un déficit de 151 millones de euros.
En esta competición entre ambos estados mediterráneos -en la que tampoco se debe perder de vista a nuevos competidores como Australia y Chile-, el año del punto de inflexión fue 2010. Desde entonces, el zumo de aceituna español se vende un 25% más que el del vecino fuera de zona comunitaria. Y creciendo.
Otro triunfo histórico del sector nacional se vivió el año pasado, cuando por primera vez se equiparó la comercialización de producto en Estados Unidos. Esto le ha supuesto un golpe frontal, pues era hasta ahora su gran mercado de referencia. No en vano, es el tercer consumidor mundial de esta grasa (294.000 toneladas), únicamente por detrás de Italia (600.000) y España (580.000). En cambio, donde el país de la bandera tricolor sigue teniendo una gran ventaja es en Alemania y Canadá.
Pese a todo ello, aún hay una debilidad no resuelta: el precio, pues el aceite de oliva nacional se sigue vendiendo un euro más barato que el italiano, lo que por un lado recuerda que el made in Italy está asociado al concepto de calidad, aunque por otro, le resta competitividad.
Fuente: Expansión